Gran actriz humorística, comunicadora, fuente de alegría,
pero sobre todo empresaria de sonrisas, aunque se considera una vaca
descarriada, pero no solo ama lo que hace sino que lo ofrece a los demás para sacarles
sonrisas con una simple nariz roja. En la actualidad, ella es directora de Bolaroja, la cual es una asociación que busca la transformación social y personal a
través de una sonrisa.
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Foto: Bolaroja |
Janet Wendy Ramos Rey se inició en el clown en 1991 como una de las fundadoras del
grupo Pataclaun, es de ahí donde parte su gusto por este arte, que 23 años más tarde
llegaría a ser su vida.
La
popular “moñuda”, quien robó muchas sonrisas a pequeños y adultos en épocas muy
difíciles para el país, durante el gobierno de
Fujimori, donde el terrorismo abordaba el país y el peruano tenía muchas
razones para negar la felicidad; nos demostró como ver los problemas
positivamente.
Wendy
con una mirada muy cálida recuerda como desde los 4 años, cuando Dios decidió llevarse a su madre; su
padre la cuido, le enseño lo bueno, lo malo y sobre todo a ser feliz. Su papá
es una de las personas más importantes para ella, es el hombre de su vida, se
convirtió en su mejor amigo, siempre le decía “tú puedes ser buena en todo,
solo debes ser persistente en lo que deseas” sabía que el consejo que le daba
su padre era sabio, pero no creyó que podía ser mágico, pues le serviría para
afrontar los problemas con una sonrisa y de esta manera demostrarle al mundo
que pese a las adversidades puedes ser feliz.
“La
amiga del pollo”, como es conocida por Pataclaun, jamas ha hecho, ni hará algo
en contra de su voluntad, ella era una alumna muy aplicada, no por obligación
sino porque le gustaba; de su padre jamás escucho un grito hacia su persona,
por una mala nota, sino todo lo contrario, si ella quería ir a una fiesta iba,
si quería inscribirse en un curso lo hacía, su papá solo le pedía su libreta y
ella orgullosamente le mostraba todas sus calificaciones azules, y sin el
hombre de su vida decirle algo ella ya sabía que lo que quisiera lo podría
tener.
Wendy,
se siente muy orgullosa de lo que ha logrado hasta el momento, se siente feliz
de haberlo hecho y seguir haciéndolo solo con el secreto de “hacer lo que te
gusta”, como cuando termino el colegio se decidió estudiar arqueología por el
hecho de gustarle dibujar; es así como un día su papá le pregunta qué carrera
iba a estudiar y ella sin saber de lo que implicaba esta carrera decide postular
a la Universidad de Lima, y no ingresó, pues al enterarse de esta noticia es
donde decide hacerse un test vocacional, ya que se dio cuenta que si hubiese
ingresado a estudiar antropología, el catedrático la iba mandar a la ruina,
pero no a estudiar sino a enterrarla. El test vocacional la ayudó a darse
cuenta que lo suyo era el mundo de las comunicaciones, Ella tiene bien claro
que no pudo escoger mejor, recuerda con mucha alegría, como al ingresar a esta
carrera todo era hermoso hasta cuando le tocó llevar el curso de estadística,
pues le sucedió algo anecdótico la niña de los 20 y números en azules, había
sacado en su primer examen de estadísticas un 8 era un rojo, siguiendo sus
ideales no quiso deprimirse por la nota, todo lo contrario estudio y estudio
hasta tener puros 20 en ese curso, aclarando que nunca le gustaron los números,
sino que siempre le gustó golpear a las adversidades.
La
mujer de la sonrisa dulce, contagiosa, de los ojos pardos brillantes que
irradian confianza, de las pecas, tantas como cada sonrisa que ha robado, del
cuerpo dinámico por dedicarse al arte,
de la solidaridad, observadora, tranquila, fanática del blog, de las frases
cortas y reflexiones largas, de la puntualidad, de las películas, la canchita y
de estar sola. Si Wendy Ramos pide un stop pues el ser una persona muy mediática
y querida, hace que muy pocas veces este sola, y lo único que desee es tener su
espacio, ver una película, estudiar sus guiones,
perderse entre blogs, páginas y aplicaciones, reflexionar y respirar
tranquilidad, al lado de la soledad
En
estos momentos de tranquilidad es donde se explica y reflexiona sobre lo que
hace, ella sabe lo que quiere, y es feliz haciendo sonreír a los que menos
tienen ganas y motivos de hacerlo, por tener esa personalidad tan especial y
agradable hace que le afecte lo que le pasa a los demás, por la misma empatía
que realiza con las personitas a quien derrama un poco de alegría. Ella también
es humana y necesita recargar baterías porque también siente, como suele pasar
cuando vas a visitar a una persona enferma, muestras una cara acongojada, donde
trasmites la compasión y pena que le tienes, en cambio Wendy y sus doctores
bola roja deben estar preparados para mostrar al enfermo una sonrisa y con
ocurrencias regalarle alegría, pero cómo logran eso, cómo la heroína de un mundo sin color lo logra, a Wendy
le costó aceptar que un día puedes ver a una persona hacerla sentir bien y más
tarde enterarte que jamás volverás a verla, un caso particular le sucedió a
nuestra heroína, cuando empezó como doctora bola roja recibió una llamada de
una madre desesperada por tener la visita de ella y sus doctores en el
cumpleaños de su hijo, pues el niño estaba muy enfermo y quería verlos, esta
heroína acepta y el equipo bola roja asiste, el nene la pasó de lo más lindo,
unos días después la madre del niño le escribe agradeciéndole por haber hecho
feliz a su hijo en su último cumpleaños, el pequeño había fallecido.
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Foto: Bolaroja |
Wendy
con gran nostalgia en sus ojos explica que para ella fue muy difícil aceptar
que un pequeño se iba a los brazos de Dios sin haber disfrutado todo lo hermoso
de la vida, este niño no salió de sus pensamientos por un largo tiempo, le
costó aceptar que lo difícil de la vida le toca vivir muchas veces a los más
débiles; termino aceptando que el haber conocido a ese niño había significado
algo, y terminó entendiendo que la fuerza de estar ante tantas personas de
mundos grises, es su mismo claun porque ese personaje la sujeta a estar fuerte
y pintar de colores el mundo de esas personas, y si ella estaba en el camino de
esas personas era por algo, era por hacerlas feliz.
Wendy
comenzó su arte de claun en Pataclaun, ella ya había tenido contacto con niños,
pues durante su juventud a la par con la universidad dictaba clases de inglés a
niños, y una vez por asares del destino una de sus amigas se queda sin
animadora en su show infantil, y le pasa la voz para que la apoye, de esta
manera es como Wendy se acerca al claun. Tiempo después July Naters la llamó
para formar parte de este elenco, Pataclaun, recuerda que cuando los convocó
con Machin y los tres fantasmas, July les explicó en qué consistía el claun y
ellos no entendieron nada.
El
arte del claun de manera intensa Wendy Janet lo desarrolla al terminar
Pataclaun, porque es ahí donde empieza a investigar y se capacita en claun, a
raíz de enriquecerse respectos a este
arte, donde Wendy decide fundar Bola Roja que empieza como taller, y ahora está
convertida en una empresa de sonrisas, en busca de la transformación social.
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Foto: Anabelle Alva |
La
vaca descarriada, no extraña a Pataclaun, pues entiende que su personaje de
Wendy Janet, se quedó como un simple recuerdo, siente que ha evolucionado y no volvería
a realizar el mismo personaje, pero se siente muy agradecida porque tiene claro
que gracias a ese personaje tiene todo lo que tiene hoy en día, como anécdota
recuerda con sus ojos brillantes de felicidad como una vez una empresa le negó
la ayuda con 30 mil galones de pintura, un día antes de hacer la entrega en
Belén, la vaca descarriada estaba más descarriada que nunca, porque no sabía
cómo podría conseguir tantas pinturas, es ahí donde decide publicarlo en el
Facebook, por este medio todos sus seguidores y amantes de esta gran persona
comenzaron ayudarla y en menos de 15 horas, Wendy logró recolectar todos los
galones de pintura y pudo conseguir muchas sonrisas en Belén, pues ella dice
que “el cariño de las personas es enorme”, desde entonces amo esos galones
porque de una u otra manera significaban que Wendy era Wendy Ramos, más allá de
la embajadora de la Salud, Wendy Ramos es símbolo de las personas, ella se
encuentra en el corazón de cada persona que sonrió con ella, gracias a ello
nuestra “moñuda” acepto que cada día es feliz completamente feliz, el hecho de
ser Wendy Ramos la persona símbolo de la solidaridad y amor. Como tesoro Wendy
guarda en la sala de su asociación Bola Roja el sillón, que vimos todos los
días donde todo era nublado, hasta que llegaba la 5pm y empezaba Pataclaun.
Wendy Ramos es toda
una lección de vida como una mujer con alma de niña, logro alcanzar mucho más
de lo que se propuso y lo seguirá haciendo, ella te aconseja “Haz lo que te
gusta y serás feliz”. El secreto de todo su éxito es darle una sonrisa a la
tristeza, pintar mundos grises, ser tú mismo y tener una nariz roja.