¿Quién no tuvo alguna vez en su vida
la mala suerte de ser asaltado?, en los últimos años la delincuencia ha ido en
aumento ya sea en sus distintas modalidades.
Esto se debe a causa del crecimiento
económico que está atravesando nuestro
país, muchas de las personas ahora tiene mayor poder adquisitivo.
Pero es alarmante como estos
delincuentes asaltan a sus víctimas sin ningún reparo de hacer daño hasta
quitarles las vidas si no se dejan o intentan defenderse.
Como decía antes, esto se debe a la
creciente mejora económica que en mayor parte no llega para todos los sectores
porque estas personas sienten que no lo perciben, radican mayormente de lugares
marginales, donde existe pobreza extrema y de familias disfuncionales.
Día a día se ven en la necesidad de
hacerlo Porque lo denominan “su trabajo”, las penas ya están hechas ¿pero
realmente se cumplen y se sancionan correctamente? Estos delincuentes no temen
de ir a prisión ya que lo consideran como pasar unas cortas vacaciones. El
gobierno debería de aplicar mano dura y no ser tan flexibles a la hora de
sentenciar y aplicar las penas y es por eso que existe la corrupción y hace que
sea posible que salgan más rápido y tengan beneficios penitenciarios.
De qué sirve que implantemos y
reforcemos a la policía nacional si no cuentan con la capacitación adecuada
para poder enfrentar la delincuencia ya que les cuesta aceptar que lo han
puesto en jaque mate.
Es imposible que la delincuencia desaparezca
en un 100% pero sí se puede controlar, al parecer la promesa que realizó el presidente Ollanta Humala por
28 de Julio pasó por agua tibia o se le olvido.
La ciudadanía ya está cansada de
sentirse inseguro, no es posible que no podríamos tranquilamente pasear sin
tener que pensar o sentir ser asaltados, ante esta frustración, esperemos que
no suceda que todas las personas en un futuro no muy lejano tendrán que portar
un arma como medida de seguridad ya que sienten que nadie les ampara.
Alex Quispe.
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